Las lenguas evolucionan y cambian a todo momento. Cada poco tiempo, las academias de lengua se reúnen para actualizar los contenidos, y muchas de las nuevas palabras son incluidas en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Recientemente el DRAE, como se le conoce en la actualidad, ha incluido nuevos términos, muchos de ellos extraños e incluso polémicos. Conócelos:
Los catetos
La RAE ha ampliado el espectro de la lengua española para incluir coloquialismos errados, conocidos como "catetos", que se han popularizado, pero para los que existe una correspondencia correcta. Definitivamente han sido fuente de polémica, porque si existe la terminología, ¿por qué deberíamos contemplar las palabras mal escritas?
Desde la Unidad Interactiva del Diccionario de la Real Academia Española explicaron al sitio Perfil.com que "esta selección será lo más completa en lo que se refiere al léxico de la lengua culta, mientras que en otros aspectos -dialectalismos españoles, americanos y filipinos, tecnicismos, vulgarismos y coloquialismos, arcaísmos, etc.- se limitará a incorporar una representación de los usos más extendidos o característicos". No obstante, desde la institución advierten que a pesar de ser incluidos por su uso, no son correctos y no deben emplearse. Por eso figuran con las abreviaturas "vulg." (vulgar) o "desus." (en desuso).
Tal es el caso de las nuevas palabras como "murciégalo", "madalena", "moniato", "vagamundo", "dotor" y "otubre".
Términos como "almóndiga", "toballa" y "asín" no han sido incluidos recientemente al diccionario, sino que han estado registrados en el diccionario desde sus primeras ediciones (1726, 1739 y 1770, respectivamente), ya que son todas variantes del español antiguo y no son, como se piensa,variantes del español de hoy día. Desde la RAE, aseguran que "las únicas formas consideradas correctas hoy son 'toalla', 'albóndiga' y 'así'".
Los préstamos lexicalizados
Hay palabras que provienen de otras lenguas, principalmente del inglés, que no tienen equivalente en español, en general porque son palabras completamente nuevas, que se incorporan adaptándose a las reglas gramaticales y de pronunciación del castellano. Estas palabras, conocidas como préstamos, también se encuentran entre los nuevos términos que ha agregado la RAE.
El diccionario registra los usos, no aboga porque se adopten, sino que reconoce su existencia. La mayoría de las palabras incluidas, como es el caso de "serendipia" del inglés serendipity, "naturópata" de naturpath, "güisqui" de whisky, "botox", "kínder" apócope del alemán kindergarten, "tunear" del inglés tune, "feminicidio" del inglés feminicide o "identiquit" del inglés identikit, son términos que proceden del inglés pero que se han lexicalizado, es decir adaptado a las reglas del español e incluidos en el diccionario porque no existe equivalente en nuestra lengua.
No obstante, hay algunos como "backstage" que han sido incorporados exactamente con la misma grafía que el término original en el idioma extranjero, en este caso el inglés.
Los coloquialismos
En la actualidad, hay muchas variaciones geográficas de las lenguas, y el español de ninguna manera es excepción. De hecho, las variaciones entre los países hispanohablantes es una de las razones por las que es tan difícil aprender la la lengua. Como el DRAE incorpora los coloquialismos de las diferentes regiones hispanohablantes, esta categoría de palabras ha estado muy presente en esta actualización léxica.
Entre los nuevos coloqualismos aceptados encontramos "pompis" y "culomen" como eufemismos de nalgas o trasero, "papahuevos" (papanatas), "chupi", "cagaprisas", "basurita", "papichulo" o "amigovio".
Las palabras con connotaciones sexistas y racistas
Pese a que desde la Real Academia han intentado limitar la presencia de palabras y definiciones con connotaciones sexistas o racistas, por ejemplo con el término "femenino" que previamente se concebía como “débil, endeble”, sí existen palabras como "gitanada", "mariconada" o "judiada" que continúan teniendo estos tintes. Si bien se aclara que es un término "malsonante", aún se reconoce y figura como un uso corriente.
Desde la Academia sostienen que muchas de estas palabras aún son contempladas por razones de arraigo y porque no se originaron con significados negativos. Además, muchos de estos términos se conservan en el diccionario, advierte la RAE, "porque el diccionario pretende ser también válido para interpretar textos clásicos", permitiendo una mayor comprensión. Estos términos, como los mencionados