Investigadores, prestad mucha atención para ponerlo en práctica. Estos son errores muy comunes en nuestra lengua:
1. La
coma entre el sujeto y el predicado
Debemos recordar que nunca hemos de poner una coma entre el
sujeto y el predicado de una oración. Este fallo recurrente ya lo mencionamos
de pasada en la guía de la
puntuación, pero merece ser matizado aquí, ya que influye directamente en la calidad de la
redacción y, a
veces, en la gramaticalidad de las oraciones. La coma que tendemos a poner
entre sujeto y predicado puede marcar, en algunos casos, una pausa hablada,
pero no hay que olvidar que los signos de puntuación no se corresponden con las
pausas que tienen lugar en el discurso oral.
2. Queísmo
Si el dequeísmo consiste en añadir la preposición de cuando no
ha de estar (*Me contó de que se iba a Cádiz)
el queísmo consiste en lo contrario, en omitirla. Es muy frecuente en aquellos
verbos que, en efecto, rigen esta preposición*Me alegro que te hayan dado la plaza
El Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE define el queísmo
como "la supresión indebida de una preposición (generalmente de) delante de la conjunción que, cuando la preposición viene
exigida por alguna palabra del enunciado".
Hay
que poner especial atención en los verbos pronominales ,ya que muchos de ellos seleccionan un complemento de régimen encabezado por la preposición: alegrarse de , acordarse de ...
3. Determinantes de palabras que empiezan por
A tónica
Como se sabe o, al menos, se intuye, el artículo femenino la toma la forma elcuando se antepone a sustantivos femeninos que comienzan por la vocal atónica. Decimos, pues, el águila, el aula o el hacha, según
ejemplos de la RAE, y no *la águila, *la aula o *la hacha.
Este fenómeno responde al hecho de que los artículos son átonos
y necesitan apoyarse en otra sílaba, por eso el resto de los determinantes de
estos sustantivos no variarán su género. Así, aunque se dice el aula, debemos deciresta aula, esa aula, aquella aula. En ningún caso hay que emplear *este aula, que sería incorrecto.
4. Detrás de mí/ *Detrás mío
El empleo de adverbios seguidos de adjetivos posesivos (detrás mío, cerca suyo) es frecuentísimo en nuestro empleo del
castellano y, sin embargo, debe evitarse. No debemos decir *detrás mío o *encima suya, sino detrás de mí y encima de él.
No obstante, los adverbios no son susceptibles de ser
modificados por un posesivo, por lo que detrás de María no
equivale a *su detrás. Se entiende ahora por
qué no es admisible decir *detrás suya.
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